Conjunto habitacional beneficiará a familias que han esperado más de 14 años por acceder a una vivienda propia que les permita terminar con su condición de arrendatarias o allegadas.
Han sido 14 años de espera para conseguir habitar en lo propio y definitivo. De ahí surge la satisfacción de ver cómo avanzan las obras para las 58 familias del comité habitacional Las Araucarias de San Clemente.
Como símbolo de ese camino que comienza a acercarse a la meta, sus dirigentas depositaron un testimonio junto al seremi de Vivienda, el director (s) de Serviu Maule, representantes de la constructora Trastevere Ltda y de la inmobiliaria San Joaquín, en el mismo terreno donde se levantarán sus futuros hogares, financiados con recursos del Subsidio de Habitabilidad Rural DS-10.
El conjunto se levanta en el sector San Diego Norte, donde se construyen casas de albañilería reforzada que tendrán sala de estar, comedor, cocina, baño y 2 a 3 dormitorios, en una superficie útil que oscila entre los 55,64 y 68 metros cuadrados. El proyecto contempla la construcción de una sede social, además de recintos complementarios de bodega en 16 viviendas y de actividad productiva en otras 22.
“Muy agradecida por todas las gestiones y el compromiso manifestado especialmente por el Ministerio de Vivienda. Están todas las familias súper contentas y felices porque, a pesar de estar en pandemia, se sigue trabajando, se sigue construyendo para que todos tengan un hogar digno”, señaló Vanessa Molina, secretaria del comité habitacional.
“Este es uno de los conjuntos más grandes que se han aprobado en el Maule, a través del subsidio rural. Tenemos otros en ejecución en Retiro, Colbún y aquí en San Clemente. Así avanzamos y emparejamos la cancha, promoviendo el acceso a la vivienda a familias que viven tanto en el mundo urbano como rural”, destacó Claudio Daneck, director (s) de Serviu Maule.
“Estamos llegando de manera importante al mundo rural, con soluciones pertinentes y adecuadas a las familias que viven y desarrollan sus actividades productivas en el campo chileno”, señaló el seremi Gonzalo Montero.
El subsidio rural reconoce las particularidades culturales, geográficas y productivas de estos territorios y de quienes residen en ellos, permitiendo construir una vivienda en el terreno que habitan. Según el contrato, el proyecto habitacional quedará concluido en el primer trimestre del año 2022.